¿Qué es un Docente? ¿Apóstol, profesional o trabajador? Lo cierto es que las tres concepciones circulan en la sociedad. En base a eso ¿Cómo se los debe formar? ¿Cómo ayudar a que los docentes tengan éxito? Los siguientes párrafos tratan de la formación, resumido a partir de “Desarrollo profesional continuo y carrera docente en América Latina”, de Flavia Terigi. PREAL, Serie DOCUMENTOS Nº 50, diciembre 2010.
Aunque todavía no hay en América Latina un saber consolidado en torno a los procesos de formación continua de los docentes, es posible identificar en los análisis especializados —y en el diseño de políticas recientes— algunas tendencias sobre las condiciones que deberían cuidar tales procesos. Entre ellas:
Visualización de la formación de los docentes como un proceso continuo y no como una colección de eventos de formación
Hay creciente consenso que la formación docente no es una capacitación ligera ni una combinación de oportunidades independientes, sino más bien un proceso permanente de oportunidades de aprendizaje y desarrollo concatenadas.
Las necesidades prácticas de los docentes en el aula como foco principal de los programas de formación en servicio
Aunque esto es un consenso general, asume significados diferentes: para unos, el mejor modelo de formación continua es el que se realiza en la propia escuela, a partir de los problemas detectados por el equipo escolar. Para otros, es necesario encontrar buenas resoluciones entre la lectura que las escuelas hacen de sus necesidades y las propuestas de las políticas educativas.
Formaciones sistemáticas y sostenidas en el tiempo
Las formaciones de postítulo comienzan a ser un componente en las propuestas de formación y en las carreras de los docentes. Esto desafía a considerar: en qué temáticas tiene sentido sostener formaciones complejas y extendidas como las de los postítulos, cómo vincular la formación de maestros cursantes con sus propias prácticas, y cómo aprovechar los graduados de los postítulos en el sistema educativo para que constituyan una fuerza renovadora de las prácticas.
Programas específicos centrados en los problemas de la enseñanza en condiciones adversas
Hay un creciente desarrollo de proyectos para preparar a los docentes para atender a alumnos que ingresan al nivel medio con escaso bagaje académico para afrontar los desafíos del nivel; a los jóvenes en conflicto con la ley; a los chicos con importantes grados de sobreedad; a los que repiten al iniciar su escolaridad, etc. Eso lleva a un principio de especialización de la formación.
Articulación de las políticas de desarrollo profesional con las carreras profesionales de maestros y profesores
Numerosos estudios señalan la necesidad de que los procesos de formación continua de maestros y profesores se relacionen con sus carreras profesionales y cobren sentido a partir de ellas. En este ámbito, la situación en la región es compleja: los docentes trabajan en entornos poco proclives a su profesionalización, porque el modelo de carrera docente que prevalece solo les permite ascender a puestos de trabajo que los alejan del aula y porque el régimen de compensaciones se encuentra desvinculado de las actividades desarrolladas en las escuelas.
Aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicación
La mayoría de las experiencias en este campo son instancias de formación de docentes en el dominio de las TIC, para incorporarlas a las actividades de enseñanza. Es importante diferenciar la formación continua que se centra en las TIC como contenido de la formación o en su uso en la enseñanza, de las experiencias que se apoyan en su potencial para rediseñar los procesos de formación docente continua y vehiculizar otros contenidos.
Visualización de la formación de los docentes como un proceso continuo y no como una colección de eventos de formación
Hay creciente consenso que la formación docente no es una capacitación ligera ni una combinación de oportunidades independientes, sino más bien un proceso permanente de oportunidades de aprendizaje y desarrollo concatenadas.
Las necesidades prácticas de los docentes en el aula como foco principal de los programas de formación en servicio
Aunque esto es un consenso general, asume significados diferentes: para unos, el mejor modelo de formación continua es el que se realiza en la propia escuela, a partir de los problemas detectados por el equipo escolar. Para otros, es necesario encontrar buenas resoluciones entre la lectura que las escuelas hacen de sus necesidades y las propuestas de las políticas educativas.
Formaciones sistemáticas y sostenidas en el tiempo
Las formaciones de postítulo comienzan a ser un componente en las propuestas de formación y en las carreras de los docentes. Esto desafía a considerar: en qué temáticas tiene sentido sostener formaciones complejas y extendidas como las de los postítulos, cómo vincular la formación de maestros cursantes con sus propias prácticas, y cómo aprovechar los graduados de los postítulos en el sistema educativo para que constituyan una fuerza renovadora de las prácticas.
Programas específicos centrados en los problemas de la enseñanza en condiciones adversas
Hay un creciente desarrollo de proyectos para preparar a los docentes para atender a alumnos que ingresan al nivel medio con escaso bagaje académico para afrontar los desafíos del nivel; a los jóvenes en conflicto con la ley; a los chicos con importantes grados de sobreedad; a los que repiten al iniciar su escolaridad, etc. Eso lleva a un principio de especialización de la formación.
Articulación de las políticas de desarrollo profesional con las carreras profesionales de maestros y profesores
Numerosos estudios señalan la necesidad de que los procesos de formación continua de maestros y profesores se relacionen con sus carreras profesionales y cobren sentido a partir de ellas. En este ámbito, la situación en la región es compleja: los docentes trabajan en entornos poco proclives a su profesionalización, porque el modelo de carrera docente que prevalece solo les permite ascender a puestos de trabajo que los alejan del aula y porque el régimen de compensaciones se encuentra desvinculado de las actividades desarrolladas en las escuelas.
Aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicación
La mayoría de las experiencias en este campo son instancias de formación de docentes en el dominio de las TIC, para incorporarlas a las actividades de enseñanza. Es importante diferenciar la formación continua que se centra en las TIC como contenido de la formación o en su uso en la enseñanza, de las experiencias que se apoyan en su potencial para rediseñar los procesos de formación docente continua y vehiculizar otros contenidos.
Ver publicación completa en www.preal.org
PREAL Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe
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